Desde los primeros días de nacido el niño juega, juega con su propio cuerpo, a medida que va creciendo va interactuando con juguetes u otros objetos que le proporcionan placer y satisfacción al escuchar sus sonidos y observar sus colores.
El juego es para los niños el medio a través del cual disfruta, crea. Es además una actividad completamente necesaria que lo va desarrollando física, psíquica, social y espiritualmente.
El es considerado como una actividad práctica social variada que consiste en la reproducción activa parcial o total de cualquier fenómeno de la vida y fuera de su situación práctica real.
Al llegar el niño a la edad preescolar ( a partir de los tres años) el juego para ellos va siendo diferente, ya no sólo interacciona con los juguetes sino que este se va haciendo cada vez más complejo, utilizando objetos sustitutos e imaginarios y sienten la necesidad de imitar a los adultos; por lo tanto es en esta etapa que surge el juego de roles que es una forma particular de actividad de niños y niñas.
Este tipo de juego surge en el decursar del desarrollo histórico de la sociedad y cuyo contenido es la actividad del adulto, sus acciones y relaciones personales. En el juego de roles los niños/as asumen un papel determinado para satisfacer las necesidades básicas de parecerse al adulto, estableciendo relaciones relativas en las cuales debe estar presente el cumplimiento de deberes y derechos y la creación de una relación ficticia.
El juego de roles es la actividad fundamental en la edad preescolar porque los pequeños resuelven en este juego una contradicción propia de su edad: ser como adultos y hacer todo lo que estos hacen.
El juego de roles contribuye al desarrollo integral del niño pues a través de este el niño/a desarrolla la imaginación, el lenguaje, su independencia, la personalidad, la voluntad, el pensamiento; se comunican con lo que le rodea, satisfacen sus deseos de hacer vida social conjuntamente con los adultos, conocen el mundo que los rodea; es un medio para educar el interés por un ulterior trabajo.
IMPORTANCIA DE LA DIRECCIÓN PEDAGÓGICA DEL JUEGO DE ROLES.
Entre los diversos tipos de actividad que realiza el niño, el juego es una de las más importantes en la edad preescolar por cuanto al ser realizada por los propios niños y dirigido adecuadamente por el adulto es capaz de desarrollar en ellos, mejor que cualquier otro tipo de actividad, la psiquis infantil, debido a que por medio del juego, los preescolares pueden satisfacer su principal necesidad de trato y de vida colectiva con los adultos, que tiene al niño como ser social permitiéndole a este aprender y actuar en correspondencia con la colectividad infantil.
El juego de debe ser dirigido por el adulto para que este se convierta en un medio de educación y desarrollo. Sin embargo se ha comprobado que existen distintas formas de dirigir el juego y que no todas son adecuadas.
Dentro de los tipos de dirección del juego tenemos:
La autoritaria: donde la educadora le dice al niño todo lo que él debe hacer al jugar. El niño es un elemento pasivo, sólo cumple con lo que se le indica.
Dirección liberal: plantea que al niño no se le puede privar del juego, de la creación. La educadora apenas dirige, sólo se dedica a realizar preguntas.
Dirección pseudo democrática: la educadora deja que el niño actué, hable, pero ella es quien determina quién será cada cual y qué hará en el curso del juego.
Dirección óptima: la educadora le da el modelo de juego al niño y luego lo deja actuar de forma independiente de manera que desarrolle sus habilidades y hábitos. Aplicando su experiencia social.
Esta dirección pedagógica es considerada la más adecuada pues es donde el niño seleccionará sus juegos, sus compañeros, los materiales a utilizar y llega a formar sus propios argumentos.
Como todo proceso pedagógico, la dirección del juego debe tener presente la planificación, la ejecución, el control y la evaluación.